La rápida inserción laboral de los alumnos de FP es el principal factor del crecimiento de su alumnado que se ha incrementado en más de un 20% desde 2018
El Gobierno autorizó el pasado 16 de noviembre destinar un total de 87,7 millones de euros a las autonomías para poner en marcha el Plan Estratégico de Impulso de la Formación Profesional, en sectores estratégicos, de forma que las CCAA deberán de desarrollar una serie de actuaciones antes del 31 de diciembre de 2022 encaminadas a realizar acciones formativas en competencias y sectores emergentes.
De esta manera, se pondrán en marcha una serie de ofertas formativas no formales en módulos de entre 30 y 60 horas de formación que, se recogerán en el Catálogo Nacional de las Cualificaciones Profesionales.
En palabras de la Ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, dicha medida permitirá el reciclaje de muchos trabajadores que, actualmente se encuentran en búsqueda activa de empleo, para que no se queden descolgados del mercado.
Estas medidas están convirtiendo a la FP en la primera opción de muchos estudiantes, porque les permite tener una rápida inserción en el mercado laboral, llegando las previsiones de matriculación para el presente curso a superar por primera vez el millón de alumnos, lo que supondría un crecimiento superior al 20% con respecto a los alumnos matriculados en 2018.
Cerca del 41,3% de las empresas solicitan personal con formación profesional, mientras que las empresas que solicitan títulos universitarios son aproximadamente el 33,7%.
La diferencia esencial estriba en la parte práctica de la FP que hace más sencilla, si cabe la incorporación del estudiante al mercado laboral.