Atendiendo a los tiempos de pandemia que estamos viviendo, y considerando que tenemos la vista puesta más en la agricultura que en el turismo, debo de reconocer que la experiencia vivida en el curso recientemente terminado ha sido del todo enriquecedora.
Yo venía de un ámbito completamente distinto como era la siderometalurgia, cuando me llamaron para realizar el proyecto sobre fruticultura y viveros tropicales y subtropicales de Canarias que imparte el centro internacional politécnico CIP en Las Palmas, y en honor a la verdad, encontré la experiencia de lo más positiva, al participar en este proyecto no esperaba aprender tanto sobre el mundo de la fruticultura, la poda de árboles frutales, los injertos, el abonado y preparación del suelo, el sistema de riego, la recolección y logística de la producción. Todo ello en un ambiente estupendo de compañerismo y trabajo en equipo, no sólo a nivel teoría, en cuyo aprendizaje pude disponer de todos los medios informáticos y material didáctico necesarios, sino a nivel práctico en la Granja Agrícola del Cabildo de Gran Canaria. El trato con la docente fue cercano y ameno, las excursiones y visitas realizadas me resultaron maravillosas como información complementaria, todo lo que ella nos facilitó para introducirnos en este mundo ayudó a que pudiera entender mejor el comportamiento de las plantas, a saber qué necesitaban para el desarrollo adecuado y la fructificación.
El trato con los compañeros no pudo ser mejor, todos hicimos “piña”, nos ayudábamos unos a otros y el apoyo ante cualquier escollo se manifestó de buen grado. Así pues, y a todas luces, sólo tengo buenas palabras para describir mi experiencia.
Enhorabuena a todos los responsables y muchísimas gracias.
Beatriz Sánchez-Manjavacas Rodríguez.